Este lujoso viaje se desarrollará en dos países diferentes: Botsuana y Sudáfrica. Disfrutaremos de la sabana africana en dos reservas privadas sin vallas: Mashatu (Botsuana) y Timbavati (Sudáfrica), lo que significa que los animales están completamente libres. Al ser reservas privadas, hay muy pocos turistas, y nunca nos encontraremos con docenas de coches rodeando a un animal como suele suceder en otros parques o en el mismo Kruger. Además, por ley de la reserva, no pueden haber más de tres coches en una escena, evitando así molestar a los animales y pudiendo obtener fotos verdaderamente únicas.

La reserva en Botsuana cuenta con dos escondites fotográficos: uno diurno y otro nocturno, ambos incluidos en el precio. Los escondites tienen vista a un charco donde los animales vienen a beber, ofreciendo la oportunidad de tomar fotos desde una perspectiva completamente diferente con respecto al safari standard. El escondite nocturno cuenta con ducha, camas y cena servida, creando una experiencia verdaderamente única.

Para quienes deseen descansar con lujo después del safari, volaremos a Ciudad del Cabo para pasar los últimos 2 días en un hotel boutique con vistas al océano. Allí tendremos tiempo libre para disfrutar de los pingüinos (puedes escucharlos desde la habitación del hotel), nadar con ellos en la playa si el tiempo lo permite, y relajarnos después del viaje. Es un lugar ideal para descansar después de un safari intenso y al mismo tiempo tomar más fotos exclusivas de vida silvestre.